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Modelo de escritura 354


n el siglo XXVII, en la ciudad S., el protagonista de esta novela comienza a escribir un diario a instancias de su psicóloga como una herramienta para ayudarlo a superar una depresión. A ella se dirige cuando comienza a registrar sus pensamientos, aunque él mismo sepa que quien está llamado a comprenderse al ordenarlos y ponerlos por escrito es él mismo. ?Me has pedido que no me pregunte y que mire directamente el vaso, que haga meditación para despejar mi cabeza de dudas. No significa que vayamos a arreglar algo, pero es una forma de tirar los laberintos de mi cabeza. ? Tú no eres tus laberintos ?me dijiste. ¿Yo no soy mis laberintos?? Pronto averiguamos que nuestro protagonista es profesor de literatura dentro de un ambicioso programa científico. Su objetivo es enseñar a sus alumnos, inteligencias artificiales, a escribir literatura de calidad. ?Las fórmulas para escribir son plantillas: los cliffhanger, los seis arcos argumentales, los mcguffin, los consejos para las escaletas? son una plantilla que hay que rellenar con algo. Ese algo está dentro de la cabeza de los seres humanos, que tienen la brutal manía de estar vivos, algo que no es tan comprensible para mis alumnos.? Estos diarios nos irán descubriendo, por un lado, de qué forma lucha contra su propio aislamiento y retoma su relación con el mundo que lo rodea, con sus alumnos, las IA, en especial Veintidós y Once, y con sus compañeros de trabajo, David o Patricia.
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